Niebla cuenta la vida de Augusto Pérez, que acabando de perder a su madre, se ve perdido, y no es capaz de encontrar su identidad, hasta que conoce a Eugenia, mujer de la que se enamora.
Ya avanzada la novela, Augusto descubre que Eugenia lleva tiempo engañándole, y ve una salida a su sufrimiento en el suicidio (a partir de aquí es donde los lectores empiezan a dividir sus opiniones en lo que al enfoque respecta).
En busca de consejo visita al propio Unamuno, autor de la obra. Este le explica que Augusto no puede suicidarse ya que es un personaje irreal, creado por él, y que, por consiguiente, Augusto no tiene vida más allá de la mente del propio autor, o incluso si me apuráis, de las propias páginas. Unamuno se presenta a si mismo como un Dios respecto al personaje, dejando claro que Augusto no puede morir, si Unamuno desea lo contrario.
Como habréis podido daros cuenta, el estilo nívola se ha basado principalmente en la innovación, y es por eso que no a todos les ha gustado, porque, si algo funciona, ¿por qué cambiarlo por algo que podría no hacerlo?. A este gran cambio en el estilo también se le ha sumado la ya conocida rebeldía política de Unamuno, que ha hecho que los críticos se centren en boicotear esta obra. Lo contrario ocurre con el resto de lectores "no críticos", que ansiosos de cambio, han recibido con los brazos abiertos la primera (y yo diría que no será la última) de las nívolas de Unamuno.
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